Si conviertes tu defecto en tu virtud, nunca más será un defecto.

No acostumbro a hacer nada el día de Halloween. Alguna vez he ido a alguna fiesta de disfraces - y yo ya que me pongo me lo intento currar, si encuentro una foto la pongo xD - pero en general, y a pesar de lo que me gusta esta festividad, no suelo hacer nada especial ese día. Este año, el finde de Halloween lo pase viendo películas de "miedo" con mi chico, y el día de después, yendo al cine a ver Doctor Strange. No es mal plan en absoluto, desde luego.
Pero si que hay algo que es tradición ineludible y que llevo haciendo con mi grupo más años de los que puedo contar es ir al Parque de Atracciones de Madrid el finde anterior o el posterior a Halloween. Durante esas fechas, ponen la decoración de Halloween -que unos años está más chula que otros- y se realizan al menos tres pasadizos del terror gratuitos, sin contar el de pago que está todo el año. Son esos pasadizos el mayor reclamo hacia nosotros, y vamos más por poder entrar y pasar unas risas que para montar en las atracciones propiamente dichas. La verdad, ir en grupo es divertídisimo, pues seas de los que lo viven y pasan miedo, o de los que se parten de risa todo el camino por los monstruos que van saliendo o por los gritos de los que se asustan - o por las tonterías que uno mismo va haciendo por el camino - se hace una experiencia entretenida. Yo soy del grupo de personas que no se suelen asustar en los pasadizos, aquellos que en la fila estratégicamente elegida ocupan el principio de la fila o el miembro final. Personalmente prefiero ir la última a la primera, no por nada, si no porque en la oscuridad de los pasadizos no veo un pimiento y no es raro que vaya directa a una pared pensando que hay una puerta xD. Como secretro os cuento que en realidad, quién se come más sustos en un pasadizo del terror son los del medio, pues los actores saben perfectamente que ahí van los cagaos, y salen de su escondite cuando esa parte de la fila está pasando a su lado. A menudo, el primero de la fila ni ve aparecer a la gente xD.

Toda esta parafernalia viene como introducción a una anécdota en un pasadizo del terror, de la que luego saqué una profunda reflexión, porque así soy yo, saco reflexiones hasta de ver un tomate o una patata de forma extravagante.
La cosa sucedió un poco tal que así:

Estábamos esperando en la cola para entrar al tercer pasadizo, cuando me percaté de algo que no me hizo ni puta gracia. En el cartel aparecía un payaso, y los payasos y yo, somos enemigos aférrimos, o en otras palabras, me dan puro pánico.

Coulrofobia: Fobia o miedo irracional a los payasos.<-- Eso tengo yo.

Pues bien, mis amigos son la mar de simpáticos y me hicieron ponerme la primera en la fila, cosa que no me hubiese importado en otras circunstancias pero en esta, ante la incertidumbre de no saber si aparecería un payaso o no, no me agradaba precisamente. Me convencí de que el cartel que vi sería de otros años y pasé ignorando lo que podría haber dentro. Craso error. Nada más entrar al pasadizo me encontré con figuras de payaso (pues aunque no pude fijarme bien por el acojone, creo que ni siquiera eran personas xD) y me dio un hermoso ataque de pánico. Me planté ahí en seco y me tuvieron que empujar para que continuase, y se me iban cayendo las lágrimas por el camino. De estas que apareció uno de los actores - que no sé ni de qué iba disfrazado, la verdad - y me cogió la mano para tranquilizarme, me pidió mi nombre y tal, y yo se lo dije como pude porque llevaba el susto en el cuerpo todavía, además de que apareció otro señor disfrazado de payaso por aquellos entonces y era lo último que me hacía falta. Nos pasó a una sala y nos dijo que íbamos a hacer una ouija e invocar a un demonio. Yo le dije bien claro, yo te invoco a quién tu quieras, al mismo satán pero payasos, no. Mis plegarias no fueron escuchadas y el payaso fue llamado a hacer la ouija con nosotros, e incluso se me hizo darle la mano. a pesar de mis súplicas de noooo.... Al payaso nuuuuu... Hicimos la ouija tal salió el demonio bla bla bla... Y entonces el actor que conducía la representación hizo algo que nos hizo salir descojonaos a todos de allí, incluido al payaso, que no podía ni incorporarse de la risa que llevaba el cabrón xD. Me preguntó: Perdona, ¿no tendrás algún familiar que se apellide Bolsón, verdad? El cachondeo fue máximo, yo la primera, que me vine muy arriba xD. Soy conocida como Hobbit o la Pequeña Hobbit por todo el mundo, osea que el comentario vino muy al pelo. Lo que me hizo reflexionar es que el hombre se disculpó después por el comentario. ¡Por Dios, no se disculpe! En ningún momento ha sido un insulto, si no un comentario la mar de afortunado.
No siempre fue así, eso es cierto. Los niños son crueles y asumir que vas a ser un tapón de corcho toda tu vida, más allá de los límites un poco de la normalidad, no fue algo fácil en su momento. Durante un tiempo fue un lastre y un insulto lo que hoy es mi seña de identidad. Además de que si un genio me concediese el deseo de tener una altura normal, estoy bastante segura de que no lo cogería. ¿Por qué? Porque saqué del defecto la virtud. En vez de dolerme o acomplejarme por vivir un palmo por debajo de la gente normal, lo hice mi seña de identidad. Nadie se ríe de mi altura más de lo que yo lo hago. Y cuando alguien hace un chiste ingenioso sobre ello, nadie se ríe tampoco más que yo. No tengo reparos en decir mi altura, aún cuando eso supone sacar a la gente de dudas  (la gente no piensa que se pueda medir de forma normal menos de 1,48-1,50, entonces cuando estiman mi altura, siempre me echan más de la real xD). Creo que esto es lo que se debería hacer con todos los "defectos". Un ejemplo es Rossi de Palma y su esplendorosa nariz. Podría ser un defecto, pero ahora es su seña de identidad y a estas alturas seguro que le ha traído más cosas buenas que disgustos. Podría habérsela operado o tratar de disimularla, pero no le dio la gana. Como a mí no me suele dar la gana ponerme tacones y menos alzas. Cuando era más joven me decían que tendría que acostumbrarme a usar tacones porque los necesitaría en el futuro. Lo cierto es que el 95% del tiempo yo voy con zapatos planos, o no más de 2 o 3 cm. Algunas veces uso plataformas porque me gustan estéticamente, o unos botines con tacón en un momento de ir arreglado, pero no es la norma general. Y cuando veo en las zapaterías o en los bazares las alzas, me hace gracia. Nunca las he usado. Sé que más de algún famoso las usa, como nuestro querido Terminator, que a pesar de todo lo que parece no es un hombre alto. Pero yo paso. Soy la Pequeña Hobbit, y ser así de bajita, cuando lo asumí y no me volvió a molestar nunca más que se metieran con ello, me ha traído más cosas buenas que malas. A la gente le parezco cuqui, puedo comprar ropa en todas las zonas de las tiendas (cuando quiero ropa ancha, puedo comprar camisetas de hombre, y la ropa normal, puedo comprar en la zona de mujer, de niño y de niña xD) y durante muchos años, antes del maquillaje, los piercings y el pelo de colores pude pasar por bastante menos edad de la que tenía -y aún así me pasa alguna vez xD-  y pasar a sitios más barato, por lo que hay que saber ver lo bueno de cada cosa.
Comparto esta reflexión porque si sirve a alguien para replantearse su forma de enfocar sus defectos, bienvenido sea. Hasta la próxima vez que nos veamos, diablillos.

Ojo cuidao, que la marioneta diabólica de Saw is here.

Lo prometido es deuda xD.